DOLOR EN EL ANCIANO:
El
dolor es “una experiencia sensorial y emocional no placentera; la
cual se encuentra asociada un daño real o potencial”.
Conlleva
un empeoramiento del estado físico del paciente Se generan cambios
psicoafectivos como: depresión, ansiedad, agitación, aislamiento
social, pérdida del apetito y alteraciones del sueño; y favorece:
disminución de la actividad física, modificación de la percepción
del dolor, se agraven las condiciones pre-existentes, se incrementen
los costos de salud, etc. Por lo tanto, el manejo del dolor es
imprescindible para mejorar las condiciones de vida del anciano.
Se valora mediante la escala analógica del dolor EVA: en la cual el paciente refleja el dolor que padece es una escala del 1 al 10. En cuanto a lo sintomatología destacamos: poliuria, nicturia, polaquiruia, disuria, molestias abdominales, aerofagía entre otros...
¡Si el paciente refleja dolor, es que siente dolor!
Se valora mediante la escala analógica del dolor EVA: en la cual el paciente refleja el dolor que padece es una escala del 1 al 10. En cuanto a lo sintomatología destacamos: poliuria, nicturia, polaquiruia, disuria, molestias abdominales, aerofagía entre otros...
¡Si el paciente refleja dolor, es que siente dolor!
- Prevención
- Administración de fármacos prescritos por el médico.
- Dosis que eviten conductas de automedicación
Los
cambios propios del envejecimiento lo hacen más susceptible al
efecto de los fármacos. De tal forma, que el abordaje farmacológico
racional, debe considerar los aspectos fisiológicos y emocionales
que comúnmente se presentan en este grupo.
Bibliografía:
Yezierski RP.The effects of the age on pain sensitivity: preclinical studies.Med. 2012 Apr;13 Suppl 2:S27-36.
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